Cuando en las viejas placas de matrícula empieza a hacerse más frecuente la recurrencia de la sigla IM de Imperia, el viaje a lo largo de las dos costas ha casi terminado. Deportes marinos y actividades al aire libre sobre la Rivera de Ponente significan una sola cosa.
Y esta cosa se llama Andora, incuestionable “Bandera Azul de Europa”, que en su mar de profundidad arenosa y roca atrae cada año buzos experimentados y principiantes - que aquí encuentran un centro de buceo para cursos e inmersiones - pero también muchos regatistas, que pueden disfrutar del puerto turístico y charlar como viejos lobos de mar en los círculos veleros.
Quien prefiere en cambio el prismáticos a la máscara y a las cumbres sabe bien que las aguas de Andora son el punto central del "Santuario de las ballenas" y que, en tierra firme, el oasis de Merola es una reserva naturalística meta de los apasionados de birdwatching. Naturalmente, el entorno es una mina de itinerarios naturalísticos practicables a pie o en mountain bike.

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